top of page

"Estoy a la Puerta y Llamo"

Updated: Feb 7, 2019


El Amor de Dios es eterno, infinito y constante. No lo merecemos. ¡Es un regalo gratuito! Pero muchas veces lo rechazamos.


Cuando Dios viene a nuestra casa –a nuestro corazón- Él toca la puerta y nos ofrece el regalo de Su Amor. Y ¡cuántas veces no le hemos cerrado la puerta en Su cara! Pero a diferencia de una reacción humana normal, Él no se da la vuelta para nunca más volver. Él, en su Misericordia infinita, está siempre a la puerta, esperando que Le abramos.


“Estoy a la puerta y llamo”. (Apocalipsis 3, 20)


Cuando pecamos o rechazamos Sus enseñanzas o cuando no hacemos Su Voluntad, le estamos cerrando la puerta de nuestro corazón en Su cara. “Si me amas, cumplirás mis mandamientos” (Juan 14, 15).


Entonces, ¿cuál debe ser nuestra respuesta? Es obvia, cualquiera responde … abrir la puerta, aceptar el regalo. Igualmente, nuestra respuesta al regalo de Amor de Dios, debiera ser abrirLe nuestro corazón. No Lo dejemos fuera: vamos a invitarlo a nuestra casa, a nuestra habitación. Es más: invitémoslo a quedarse en nuestra casa para siempre.


Más aún, seguro queremos tener una casa limpia para recibir a nuestro invitado. También le presentaríamos nuestros hijos con emoción.

Y ¿qué hará Dios? Si lo invitamos a quedarse, nos inundará con sus regalos. Si por alguna razón le decimos que se vaya, El se quedará afuera y volverá a tocar nuestra puerta para decirnos: “aquí estoy, ¿me recibes?”


Y si después de muchos rechazos –que a veces hasta con odio Le hacemos- entramos en razón y Le abrimos la puerta, entonces la respuesta de Dios es puro Amor. Nos sonreirá y nos dirá: “hijo mío, gracias por abrirme la puerta; aquí tienes tu regalo”.

Y cuando dejemos la puerta abierta y Lo invitemos a quedarse, nos bañará con la cascada de Su Amor, y nos inundará de tal manera, que nuestros corazones explotarán de amor por los demás.


Es el momento de abrir la puerta de nuestro corazón e invitar al Señor a quedarse en nuestro interior. El entonces entrará para celebrar una maravillosa fiesta sin fin con nosotros.


“Estoy a la puerta y llamo. Si alguno oye mi voz, entraré en su casa, y cenaré con él y él conmigo” (Apocalipsis 3, 20).



"The Light of the World," William Holman Hunt, 1851-56, Manchester City Art Gallery.


40 views

Recent Posts

See All

Comments


SMA Logo New.png
bottom of page